Nosotros te llamamos
Si eres como yo, alguna vez te ha cruzado la idea de que los trabajos son como las relaciones de pareja y, por ende, las entrevistas laborales son como las primeras citas. Conforme vas creciendo, te vas haciendo a la idea de que lo más saludable es tener un trabajo-relación para cubrir tus necesidades básicas.
Cuando estás en la prepa tal vez tienes uno o dos, pero no son muy serios y con ellos experimentas un poco. Sabes que hay un horario, que a veces hay que dar explicaciones, que puede llegar a ser muy gratificante, y que es importante poner límites.
Cuando estás en la universidad empiezan las preguntas. Se supone que ya eres grande, ya debes saber qué es lo que vas a hacer y ya hasta deberías estar empezando. Si sigues con el trabajo de la prepa te preguntas si realmente se sigue adecuando a quien eres tú ahora. Conoces otras áreas, ves que hay un mundo allá afuera. Unos probarán el freelancing y otros encontrarán los trabajos de sus vidas.
Sin embargo, la verdadera presión llega casi inmediatamente después de la cruda post-graduación. La familia, los compañeros y tú mismo comienzas a preguntarte cuándo llegarás a este trabajo (o área) que abarque gran parte de tu vida. Es en este punto cuando las entrevistas laborales te hacen sudar tanto como una primera cita.
El cómo se organiza esta cita (nuestro idioma me apoya al dar la misma palabra para ambos significados) puede ser fortuito, pero el cómo te organizas tú para llegar a la misma no lo es en absoluto. Piensas con antelación qué te vas a poner, qué vas a preguntar, qué podrías contestar.
El objetivo es el mismo: ser agradado, vender la idea de ti. Aunque... Lo chistoso aquí es que muchas veces ni siquiera sabemos si nos agrada la otra parte, si nos gustaría trabajar con ellos o no. Aún así sonríes mucho, te sudan las manos, haces chistes baratos y ya quieres saber si te llamarán pronto o no. ¿Hambre de aceptación? Tal vez.
Es un poco distinto cuando ya tienes un trabajo y sólo estás de ojo alegre. Ya tienes algo seguro, pero quieres ver qué tal está la mercancía y, bueno, capaz que encuentras algo que te llena más. En esta situación, vas a la cita con una actitud distinta. Tienes la seguridad de que eres el dueño de las quincenas de alguien, por lo que no te muestras desesperado. Al contrario, te valoras y hasta te das a desear. ¡Que se peleen por ti!
La parte desesperante/frustrante es cuando las unidades se empiezan a sumar al 20 de tu edad, cuando las entrevistas ya son protocolarias y ya no acudes a ellas con el mismo entusiasmo que cuando estabas en prepa. Ya te han corrido, has renunciado, no te han dado lo que prometieron, no cumpliste tus responsabilidades, o simplemente no ha sido lo más adecuado para ti en el momento.
Con el paso del tiempo vas delimitando qué sí aceptas y qué no, qué sí harías y qué no. Y aquello que veías como conformidad, de pronto se transforma en seguridad. Como le pasa a nuestro buen amigo Marshall en este video que no puedo insertar dentro del texto.
Ahora que si eres freelancer... Pues, básicamente le tiras a todo el que cumpla con el perfil de tu mercado y tan-tán.
Cuando estás en la prepa tal vez tienes uno o dos, pero no son muy serios y con ellos experimentas un poco. Sabes que hay un horario, que a veces hay que dar explicaciones, que puede llegar a ser muy gratificante, y que es importante poner límites.
Cuando estás en la universidad empiezan las preguntas. Se supone que ya eres grande, ya debes saber qué es lo que vas a hacer y ya hasta deberías estar empezando. Si sigues con el trabajo de la prepa te preguntas si realmente se sigue adecuando a quien eres tú ahora. Conoces otras áreas, ves que hay un mundo allá afuera. Unos probarán el freelancing y otros encontrarán los trabajos de sus vidas.
Sin embargo, la verdadera presión llega casi inmediatamente después de la cruda post-graduación. La familia, los compañeros y tú mismo comienzas a preguntarte cuándo llegarás a este trabajo (o área) que abarque gran parte de tu vida. Es en este punto cuando las entrevistas laborales te hacen sudar tanto como una primera cita.
El cómo se organiza esta cita (nuestro idioma me apoya al dar la misma palabra para ambos significados) puede ser fortuito, pero el cómo te organizas tú para llegar a la misma no lo es en absoluto. Piensas con antelación qué te vas a poner, qué vas a preguntar, qué podrías contestar.
El objetivo es el mismo: ser agradado, vender la idea de ti. Aunque... Lo chistoso aquí es que muchas veces ni siquiera sabemos si nos agrada la otra parte, si nos gustaría trabajar con ellos o no. Aún así sonríes mucho, te sudan las manos, haces chistes baratos y ya quieres saber si te llamarán pronto o no. ¿Hambre de aceptación? Tal vez.
Es un poco distinto cuando ya tienes un trabajo y sólo estás de ojo alegre. Ya tienes algo seguro, pero quieres ver qué tal está la mercancía y, bueno, capaz que encuentras algo que te llena más. En esta situación, vas a la cita con una actitud distinta. Tienes la seguridad de que eres el dueño de las quincenas de alguien, por lo que no te muestras desesperado. Al contrario, te valoras y hasta te das a desear. ¡Que se peleen por ti!
La parte desesperante/frustrante es cuando las unidades se empiezan a sumar al 20 de tu edad, cuando las entrevistas ya son protocolarias y ya no acudes a ellas con el mismo entusiasmo que cuando estabas en prepa. Ya te han corrido, has renunciado, no te han dado lo que prometieron, no cumpliste tus responsabilidades, o simplemente no ha sido lo más adecuado para ti en el momento.
Con el paso del tiempo vas delimitando qué sí aceptas y qué no, qué sí harías y qué no. Y aquello que veías como conformidad, de pronto se transforma en seguridad. Como le pasa a nuestro buen amigo Marshall en este video que no puedo insertar dentro del texto.
Ahora que si eres freelancer... Pues, básicamente le tiras a todo el que cumpla con el perfil de tu mercado y tan-tán.
Jajaja me encantaron las analogías que usaste, Lorena. :) Y lo que planteas es una realidad.
ResponderEliminarSaludos.
Janett Alv.
Qué bueno que lo leíste, pero qué mejor que te gustó. ¡Saludos, Janett! :D
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