El ser mejor mujer (Parte I)
Día internacional de la mujer. Se supone que es un recordatorio de la lucha por la equidad de género en todos los aspectos, debido a que algunas de nuestras leyes aún hace poco desfavorecían a este sexo.
Si hablamos de igualdad y justicia, también deberíamos hablar de la inseguridad que como mujeres enfrentamos. Muchos hablan de la inseguridad social, hoy quiero abordar el tema de la inseguridad social pero desde otro punto de vista... donde también hay agresión y repercusiones pero que son sólo percibidas de manera interna.
La primera parte implica al sexo masculino: no podemos caminar por la calle en un día caluroso vistiendo una falda corta o unos shorts porque ya sabemos que obtendremos obscenidades y chiflidos que quizá a algunas les parezcan graciosos o agradables, pero que muchas otras (como su narradora) encontraremos incómodos y hasta humillantes. Hay quienes dicen: "¡Ay! No seas intensa. Es un halago." No, señoras, es una barbaridad en el sentido literal. Al expresarnos frases de índole sexual nos están objetizando, están dejando de lado nuestro lado humano e intelectual. ¿O acaso a alguna le han gritado: "¡Ay, personita, qué plática tan sabrosa tienes!" o "¡Con ese cerebro sí hago sinapsis!"? A mí no.
Si hablamos de igualdad y justicia, también deberíamos hablar de la inseguridad que como mujeres enfrentamos. Muchos hablan de la inseguridad social, hoy quiero abordar el tema de la inseguridad social pero desde otro punto de vista... donde también hay agresión y repercusiones pero que son sólo percibidas de manera interna.
La primera parte implica al sexo masculino: no podemos caminar por la calle en un día caluroso vistiendo una falda corta o unos shorts porque ya sabemos que obtendremos obscenidades y chiflidos que quizá a algunas les parezcan graciosos o agradables, pero que muchas otras (como su narradora) encontraremos incómodos y hasta humillantes. Hay quienes dicen: "¡Ay! No seas intensa. Es un halago." No, señoras, es una barbaridad en el sentido literal. Al expresarnos frases de índole sexual nos están objetizando, están dejando de lado nuestro lado humano e intelectual. ¿O acaso a alguna le han gritado: "¡Ay, personita, qué plática tan sabrosa tienes!" o "¡Con ese cerebro sí hago sinapsis!"? A mí no.
El otro lado es respecto a la parte intrapersonal: las conversaciones -o peleas- que varias mujeres tenemos a diario con el espejo. No me atrevo a decir que todas lo hacemos y, menos, que es con el mismo escrutinio.
Es ahí dónde empieza mi debate: ¿habrá mujeres que se vean al espejo y piensen que son hermosas tal y como están en ese momento? Ni más delgadas, ni con senos más grandes, ni con el cabello más largo y lacio. Tal y cómo están. Si las hay, las envidio. Definitivamente.
Lo raro de esta situación es que la misma imagen puede estar siendo interpretada de una forma opuesta. Supongo que les ha pasado que se sienten cansadas, decepcionadas o tristes y se sienten fachosísimas, por lo que ya urge llegar a casa terminar el día con un buen café y los brazos de Morfeo. Y, por azares que le atañen al Sr. Murphy y su grandiosa ley, se topan con alguien que les dice lo bien que se ven.
Suponiendo que ese comentario fue honesto, entonces en esa ocasión, afortunadamente, no proyectamos cómo realmente nos sentíamos. Y si fuéramos menos duras con nosotras mismas podríamos darnos cuenta que no estamos tan gordas como creemos, que nuestras caderas no son tan grandes como las creemos, que no necesitamos traer rímel para que nuestros ojos sean bonitos. Carajo, ésta debería ser la rutina antes de empezar cada día, en lugar (o además) del "¿qué me pongo hoy?" y "¿cómo me veo?".
A veces no es el espejo de cristal el que nos dice esto, sino el reflejo que vemos en cada mujer que camina frente a nosotras. Las registramos desde: si sabe caminar con tacones, hasta si tiene maltratadas las puntas del pelo. ¡Es increíble! Quiero pensar que ya está demasiado arraigado en nosotras y que en realidad no somos tan perras; porque, ¿qué pasa al estar del otro lado? Al sentir esa mirada analítica que determina si puedes ser mujer o no, tu juez interno ya está pensando que deberías comprar ropa más nueva, que necesitas hacerte un manicure lo antes posible y que deberías empezar a hacer abdominales (o cualquiera que sea el trauma).
Es tonto. Todas hemos estado de uno y del otro lado. Criticando y siendo criticadas. Lanzando veneno y tratando de evitarlo con una mirada de ésas que intentan mostrar seguridad. E incluso hasta nos ha pasado con mujeres que más tarde se convierten en nuestras más queridas amigas, ¿por qué hacerlo, entonces? ¿Por qué esa inseguridad de atacar antes de que ser atacadas? ¿Será parte del como ya me han barrido* antes, mejor la barro yo primero? No entiendo.
Sé que hay un porcentaje de mujeres que es consciente de esta situación, de la negatividad y los problemas de autoestima que pueden acarrear. Y es que, lamentablemente, muchas de nosotras nos tomamos cualquier indicador de comentario negativo muy, muy en serio. Le damos más peso que a los positivos, malamente. Venga de quien venga. Sin recordar que: 1) la belleza es subjetiva y, 2) nosotras somos nuestras peores jueces.
Encima de todo, están nuestras amadas hormonas que, al estar en nuestro periodo, hacen que nos sintamos feas y olorosas. Mientras que, irónicamente, el rostro se vuelve más simétrico y emanamos feromonas que atraen al sexo opuesto. Además de que nuestro cuerpo retiene líquidos y pide carbohidratos debido a la descompensación por la pérdida de sangre (al menos esta explicación me la dio mi doctora con estudios en obesidad). Así que probablemente acabaremos con los panecitos, galletitas y demás, para que luego nos remuerda la conciencia por tragar como trogloditas.
Y si, a pesar de esto, nos va mal en el trabajo, hay tráfico, el galán/peoresnada hace una de sus típicas regadas o nos topamos con el veneno de alguna fémina... ¡Pff! No sé ustedes, pero yo tengo dos refugios:
El primero es el de nivel normal - ropita floja, café o té y la ilusión romántica llevada a la pantalla con nombre de Amélie o Ted Mosby. Un librito y a dormir (sea la hora que sea).
El segundo es el nivel de guerra - pijama o shorts, sabotaje con sabor a vino tinto o chocolate y cualquier mierda hollywoodense que me augure un final feliz. ¡Benditas chaquetas mentales!
Honestamente, hay días en que quisiera ser hombre. Ser más simple y disfrutar cada momento; libre de la voz interna que dice lo mal que te ves, que sobre analiza lo que el galán/peoresnada en turno hace o dice, y que te reclama por no tener el cuerpo de Scarlett Johansson.
Si queremos realmente celebrar este día, sugiero que lo hagamos respetándonos. Recordando que ser mujer no es sinónimo de ser madre, que ser madre no te hace ser una súper mujer, que ser mujer no te hace mejor, que la vida femenina no es una pasarela, ni una carrera hacia el altar. Ahondaré en eso más tarde.
(Continuará...)
*En México (o por lo menos en el bajío), el término "barrer" se refiere a registrar visualmente a una persona. No es algo positivo.
aamm, hace algún tiempo me puse a analizar lo mismo...porqué demonios las mujeres no nos respetamos tal y como somos...y que hay con esas preguntas ¿Cómo me veo?, tengo esto, me sobra por acá y me falta por allá, si, preguntas totalmente estúpidas...sin embargo creo que esos detalles son parte de ser mujer (aunque mi cerebro se niegue) y aunque somos muy ofensivas con nosotras, me doy cuenta que detrás de toda esa vanidad esta la pregunta...¿Porqué nos queremos ver más bonitas? he pensado mucho...autoestima, aceptación, feminidad...pero hay una razón más fuerte que a algunas de nosotras nos pega en el orgullo (y como buena chica honesta lo acepto)....está esa persona a quién queremos coquetearle, a quién queremos hacerle ver lo especiales que somos, cometiendo el terrible error de no agradarnos ANTES a nosotras mismas, también he pensado que las mujeres necesitamos, querernos y ser fuertes mientras nos mostramos débiles y a la vez frágiles, de no ser por esos detalles seríamos como los hombres y lo sé cada hombre por su parte es especial, es sólo que nunca vemos más allá porque no nos lo permiten.
ResponderEliminarLa verdad es que para mí una mujer es: FUERTE, INTELIGENTE, sutil, delicada, dedicada, coqueta y frente a ellos ingenuas.porque una mujer es en la extensión de la palabra maravillosa. es sinónimo de delicadeza:
Me gusta compararlas con las rosas, delicadas, bellas, frescas, fuertes, pero llenas de espinas que son la barrera que para mí representan la inteligencia, pues mientras más espinas, más protegida está pero aún así siguen siendo majestuosas...
¡Wow! Hermosa forma de pensar, Lupita. Mil gracias por compartir. Amé esto: " llenas de espinas que son la barrera que para mí representan la inteligencia, pues mientras más espinas, más protegida está pero aún así siguen siendo majestuosas..." =)
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