Reflexiones de carretera
El siguiente escrito surgió en el trayecto de Jujuy a Córdoba. Éste fue el último de unos cuantos: ya había ido a las cataratas de Iguazú, al sur de Córdoba, a Mendoza, a Buenos Aires un par de veces, y ya había viajado día tras día esperando llegar al trabajo o a casa. ----------------- Las expectativas nunca serán buenas. Hice este viaje bajo esa premisa, y por eso todo ha sido sorprendente. No esperaba nada, sin embargo he pasado gran parte del viaje esperando. Sentada en una sala de espera, en una camioneta, colectivo/camión, ferry, o avión. Al inicio es emocionante, disfrutas el entorno, piensas un millón de cosas y hasta te relajas. Después, cuando te das cuenta que los destinos interesantes implican un mínimo de ocho horas, te resignas y esperas no desesperar. Esperar es sentarse a contemplar los detalles usualmente ignorados. Es beber una taza de café que la impaciencia hace percibir como muy pequeña. Es ilusionarse tras cada silueta que juega a pretender que...